Oportunidades profesionales y retos como mujer en la tecnología con Zdravka Dzhaleva

En el trabajo le apasiona la calidad del código y los procesos, así como abordar y analizar los requisitos de los productos. Zdravka disfruta implementando tareas tanto del lado del cliente como del lado del servidor. En su tiempo libre, Zdravka practica bailes latinos en diferentes festivales de todo el mundo y da clases de baile.

Háblenos un poco de usted, de sus antecedentes y de su puesto actual

Soy Zdravka Dzhaleva e ingeniera de software sénior en Paysafe.

Mi trayectoria profesional empezó en una dirección muy distinta a la de la tecnología. Durante mis años de instituto me encantaban las matemáticas, por eso elegí un máster en ingeniería civil. Después de graduarme empecé a trabajar como ingeniero civil, diseñando las estructuras de acero de los rocódromos artificiales. Mi plan inicial era adquirir conocimientos en ese campo que me ayudaran a seguir una carrera como diseñador de edificios, ¡pero obviamente no fue así! Entonces tuve la oportunidad de convertirme en gestor de proyectos, responsable de varios proyectos internacionales.

En sólo un año aprendí mucho: lo que soy capaz de conseguir y lo que me satisface en un trabajo, pero lo más importante es que también aprendí lo que no quiero para mi carrera. Estaba preparada para un cambio, y no tardé en decidirme a hacerlo realidad. Por recomendación de un amigo, me apunté a un curso de transición para ingenieros civiles que querían dedicarse a la ingeniería de software. El candidato ideal se describía como un "amante de las matemáticas con formación en ingeniería civil", ¡lo que sonaba perfecto! Me apunté al curso paralelamente a mi puesto de gestor de proyectos y sólo necesité unas semanas y un profesor inspirador y motivador para darme cuenta de que la ingeniería de software se convertiría en una de mis mayores pasiones. Así que decidí dejar mi trabajo y dedicarme por completo a la programación.

Además de cambiar de rumbo profesional, cursé un máster en gestión de proyectos informáticos. Sumergirme en un ámbito desconocido significaba empezar casi desde abajo otra vez, pero mi experiencia en gestión de proyectos, mi interés por las matemáticas y mi pensamiento analítico me ayudaron a seguir este camino. A lo largo de los años siguientes pasé de ser una persona que resolvía problemas de principiantes durante el curso de tecnología al ingeniero de software que soy hoy.

¿Alguna vez se sentó a planificar su carrera?

Los comienzos de mi carrera fueron un poco caóticos. Sabía lo que se me daba bien, pero no tenía ni idea de qué sector me convenía más. Por eso decidí seguir la estrategia de ensayo y error y darme tiempo para explorar, observar y reflexionar sobre lo que me funcionaba y lo que no. Pasar de un campo profesional a otro me ayudó a comprender mejor el camino que me inspiraría y apoyaría mi crecimiento profesional.

Una vez que descubrí mis verdaderos intereses, me resultó más fácil ser más estratégica a la hora de fijar mis objetivos profesionales. Estudiar un segundo máster en gestión de proyectos informáticos ha sido muy beneficioso para mi carrera. Me ha ayudado a tener una visión más amplia de todo el proceso empresarial, desde el análisis y la comprensión de los requisitos empresariales, pasando por su plasmación en soluciones técnicas, hasta ver el producto final en manos de los clientes. Estos conocimientos han sido cruciales para el crecimiento de mi carrera.

¿Se ha enfrentado a algún reto por el camino?

Mentiría si dijera que no. El principal reto fue siempre el hecho de ser mujer en un campo dominado por hombres. Antes de pasarme a la tecnología, había situaciones en las que no se me asignaban las mismas tareas y responsabilidades que a los hombres de la empresa que desempeñaban funciones similares. Decir por qué era así tampoco siempre era bien recibido. Como resultado, se me impusieron tareas aún más duras, pero creo que esta experiencia me empujó a buscar algo más grande y mejor para mí.

Me enamoré de la tecnología en cuanto di el salto al sector, pero esa pasión vino acompañada de retos aún mayores. Tuve que aprender no sólo la codificación en sí, sino también la terminología y los procesos tecnológicos, y al mismo tiempo tenía que seguir la dinámica vertiginosa del sector. Mirando atrás, puedo decir que todo mereció la pena y que, aunque los retos no han desaparecido, mi forma de afrontarlos ha cambiado definitivamente.

El viaje tecnológico no habría sido lo mismo sin todas las personas inspiradoras que conocí, que me ayudaron a crecer, me dieron su apoyo y me motivaron para seguir persiguiendo mis sueños. Aunque las mujeres están infrarrepresentadas en el campo de la tecnología, encontré comunidades femeninas de apoyo en mi empresa y en conferencias como Women of Silicon Roundabout.

¿Cuál ha sido su mayor logro hasta la fecha?

Siempre que me hacen esta pregunta, lo primero que me viene a la cabeza es haber cambiado completamente de campo laboral y empezar una carrera en tecnología. Ha tenido un impacto tan profundo en todos los aspectos de mi vida.

Puedo decir sinceramente que me encantan todos los aspectos de mi trabajo, desde cómo me hace sentir hasta cómo funciona mi cerebro cuando resuelvo un problema de programación o analizo los requisitos de una nueva función. Mi trabajo actual en Paysafe me permite ir más allá de mis necesidades básicas y ser mejor persona: participar en iniciativas benéficas, apoyar a mi familia y amigos, dar clases de baile sólo por la pura pasión de bailar y llevar alegría a otras personas.

Si pudiera dar un consejo a su yo más joven, ¿cuál sería?

Algo que ha afectado a mi confianza a lo largo de mi trayectoria es pensar que debo ser perfecta en lo que hago para ser digna de expresar mi opinión, pedir un ascenso o presentarme a nuevos proyectos. He perdido oportunidades porque pensaba que no era la mejor persona para ellas, y tardé mucho tiempo en comprender que no saberlo todo sobre algo no significa que no deba intentarlo.

Así que mi consejo para mi yo más joven sería ser más indulgente conmigo misma, centrarme más en lo que se me da bien que en lo que no se me da bien, y atreverme a probar algo.

¿Qué opina de la tutoría? ¿Has sido mentor de alguien o eres mentor de alguien?

La tutoría es una herramienta poderosa que te ayuda a abordar los problemas con más facilidad y te guía en tu trayectoria profesional o personal, y puede acelerar el desarrollo de tu carrera. Siempre he querido tener un mentor, pero no he encontrado a la persona adecuada. Por supuesto, hay mujeres a las que admiro y sigo, pero tener una conexión personal con esas personas es crucial y es la parte que más valoro.

Hace poco participé en un evento de "speed mentoring" organizado por nuestro equipo en Paysafe y me ayudó a ver que los retos a los que me enfrento a diario son problemas comunes y que los mentores también los han experimentado durante su carrera... Saber que no estoy sola fue un alivio para mí y me motivó a seguir explorando la posibilidad de ser guiada por un mentor en mi trayectoria profesional.

Gracias a mi pasión por la danza, me convertí en mentora. Hace poco decidí aprovecharlo y empecé a dar clases para mujeres con el fin de empoderarlas a través del baile. Mi objetivo durante las clases es proporcionarles un entorno seguro y agradable en el que puedan improvisar, compartir opiniones, mejorar y crecer juntas mientras disfrutan de la música y el movimiento. Mis planes de futuro para este proyecto son seguir desarrollándolo y crear una red de mujeres que se apoyen mutuamente.

Si pudiera cambiar algo para acelerar el ritmo del cambio en favor de la igualdad de género, ¿qué sería?

A la luz de los recientes actos de violencia y opresión contra las mujeres en todo el mundo, si hay algo que podría hacer para acelerar el cambio sería ajustar las leyes. Vivimos en una era de increíbles avances tecnológicos y, sin embargo, luchamos por ofrecer a las mujeres los mismos derechos. En algún lugar Alexa está encendiendo las luces de un apartamento, pero en otro país a las mujeres no se les permite seguir estudiando. Los coches autónomos circulan por las calles de los países europeos, pero en otros países las mujeres no pueden abrir una cuenta bancaria. Internet permite acceder a toda la información en cuestión de segundos, pero ¿qué hacemos con todos los países que obligan por ley a las mujeres a obedecer a sus maridos?

Igualar las leyes de todos los países para que sean iguales para hombres y mujeres podría ser el primer paso hacia la Igualdad de Género. Todos tendremos los mismos derechos humanos y las mismas oportunidades.

Aunque casi nadie tiene ni debe tener el poder de cambiar las leyes de un país por sí solo, todos podemos contribuir con nuestras acciones a una sociedad y una mentalidad más igualitarias entre hombres y mujeres.

Esta entrevista se publicó originalmente en We Are Tech Women, la rama tecnológica del medio de comunicación We Are The City, y puede leerse aquí: https: //wearetechwomen.com/inspirational-woman-zdravka-dzhaleva-senior-software-engineer-paysafe/