Evolución y oportunidades en el ecosistema de las finanzas integradas
En este artículo analizamos el entorno actual de la financiación integrada. Cómo y por qué hemos llegado hasta aquí, y qué significa la financiación integrada para consumidores, comerciantes y otros agentes clave.
Hacia una funcionalidad de pagos más ágil
La banca abierta ha propiciado muchos aspectos de la disrupción en los servicios financieros y los pagos. Y a medida que la disrupción se ha ido produciendo, las finanzas integradas han ido adquiriendo cada vez más relevancia. Esto, junto con el cambio a Internet tras la pandemia y las mayores expectativas de los clientes respecto a la experiencia de pago, ha acelerado la velocidad con la que hemos llegado a donde estamos. Y eso, en pocas palabras, son muchos más casos de uso de las finanzas integradas. También es lo que alimenta las previsiones de crecimiento para los próximos años: un mercado de 230.000 millones de dólares de ingresos para 2025, según Lightyear Capital, del que los pagos integrados representarán alrededor del 60%.
Los rápidos cambios que se están produciendo en las cajas -por ejemplo, el aumento tanto de los métodos de pago con criptomoneda(63% de crecimiento en el año que termina en octubre de 2021, como vimos en nuestra encuesta) como de las carteras digitales(67%)- son una clara señal para todas las empresas de que necesitan una forma ágil de ofrecer nuevas capacidades de pago. Porque, aunque el panorama es distinto hoy que hace 12 meses, es seguro que estaremos diciendo lo mismo dentro de otros 12 meses. Por eso, para la inmensa mayoría de las marcas va a ser esencial incorporar funcionalidades financieras a su oferta, y me refiero a funcionalidades que puedan cambiar a medida que lo haga la demanda.
El camino hacia las finanzas integradas: de la apertura de pasarelas a la banca abierta y los ecosistemas abiertos
Podemos considerar la innovación en los pagos como una evolución en tres etapas. En el pasado, antes de que viviéramos en un mundo de pandemias y cierres patronales, vimos cómo la pasarela de pagos pasaba a un primer plano: tanto los servicios de pasarela dedicados proporcionados por el proveedor de pagos como los dirigidos por un proveedor de pasarelas al procesador. El objetivo era eliminar las fricciones del proceso de pago. Simplemente, las empresas de comercio electrónico y los comerciantes que operan en línea podían utilizar una pasarela de pago del tipo que fuera para facilitar el pago a sus clientes.
Con la banca abierta en escena, los pagos evolucionaron. Una cosa era una experiencia sin fricciones al pagar en línea con tarjeta de débito. Los clientes querían más opciones. La banca abierta ofrecía esto: la posibilidad de ofrecer métodos de pago alternativos, como los monederos digitales, así como permitir a los consumidores pagar los servicios desde sus cuentas bancarias. Así, a partir de experiencias más fluidas, empezamos a ver opcionalidad de pago y una proliferación de proveedores de pago alternativos para dar servicio a esta necesidad.
A medida que los consumidores y los comerciantes -y todos los proveedores (financieros, tecnológicos o fintech) intermedios- han ido adquiriendo más conocimientos, ha empezado a surgir la economía de plataforma. Tenemos diferentes formas de pagar, pero también tenemos a nuestro alcance un sinfín de servicios asociados en este mismo espacio. Y no tenemos que salir del entorno en el que estamos para acceder a los productos que necesitamos. Aquí es donde las finanzas integradas están encontrando su lugar, permitiendo satisfacer una variedad de necesidades financieras como parte de una experiencia de servicios altamente integrada.
¿Qué impulsa esta tendencia?
El fenómeno de las finanzas integradas ha sido impulsado tanto por los clientes como por los comerciantes. Los clientes obtienen experiencias rápidas y fluidas. Obtienen comodidad. Pueden pagar como quieran en un entorno y a través de una marca en la que confían.
El comerciante también obtiene numerosos beneficios. Reducción de los costes de Transacción, aumento de las oportunidades de ingresos, mejor control sobre los servicios que puede ofrecer y un mayor conocimiento de los gastos y hábitos de sus consumidores. Y, como resultado de poder dirigir los productos adecuados al punto de necesidad, el valor que la marca ofrece al cliente aumenta, con el correspondiente incremento de la satisfacción y la fidelidad.
Cuando se hace bien, todos salen ganando.
La percepción de los servicios financieros y de quién los presta también está cambiando. Los consumidores están cada vez más acostumbrados a compartir sus datos, sobre todo si obtienen algo a cambio. Así que, con los incentivos adecuados, es más probable que se sientan cómodos contratando productos financieros a través de empresas no financieras. Sobre todo si esa empresa es una marca que conocen y con la que han tenido buenas experiencias en el pasado.
Así pues, hay varias fuerzas en juego que hacen de la financiación integrada una solución perfecta tanto para las necesidades de los consumidores como de los comerciantes.
El cambio a una economía de plataformas
Hay muchos casos de uso de la financiación integrada que existen desde hace tiempo. Como compradores en línea, todos nos hemos encontrado con la opción de pagar a plazos un producto o servicio. Este tipo de préstamo integrado en la caja -comprar ahora, pagar después- suele ser más rápido y fluido que sacar la tarjeta de crédito, introducir los datos y esperar a la autorización. Y el comerciante se beneficia al mantener al cliente en su sitio y abrir una nueva fuente de ingresos.
Otros casos clásicos de financiación integrada son los servicios financieros añadidos a un producto principal, como la integración de un seguro en la compra de un frigorífico. O la financiación de grandes compras mediante préstamos concedidos por el comerciante. Empresas de todos los sectores están incorporando estos métodos de pago. Los vendedores de coches no sólo ofrecen leasing, sino también sus propios productos de seguros. Las compañías aéreas conceden préstamos para las vacaciones anuales de la familia.
La transición ahora es hacia una mayor integración. Empresas de plataformas como Uber, Grab y Toast están integrando con éxito carteras enteras de servicios financieros en sus negocios y creando nuevas e importantes fuentes de ingresos. En estos ejemplos, casi no se trata del pago. Se trata de la experiencia.
Una parte de la acción
Hay oportunidades en ambos extremos del espectro. Pero para dar en el blanco con los consumidores, las organizaciones deben plantearse algunas preguntas clave sobre sus modelos de negocio y considerar no sólo la tecnología que necesitarán, sino, lo que es más importante, el problema que intentan resolver. En nuestro próximo artículo analizaremos algunas de estas cuestiones.
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